La economía global crecerá 3% este año y el que viene, una perspectiva «débil», pronosticó este martes el Fondo Monetario Internacional (FMI), que considera una «prioridad» seguir bajando la inflación.
La perspectiva del crecimiento global «sigue siendo débil» y «se inclina a la baja», advierte el Fondo en la actualización de sus Perspectivas de la Economía Mundial.
«Aún no estamos fuera de peligro», declaró a la AFP Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI, en una entrevista previa a la publicación del informe.
– Inflación alta –
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció en mayo que el covid-19 ya no constituye una «emergencia sanitaria mundial», las cadenas de suministro se han recuperado y los costos de envío y plazos de entrega han vuelto a los niveles prepandemia, pero los motivos que frenaron el crecimiento en 2022 «persisten», explica el FMI.
Los pronósticos para este año mejoran solo 0,2 puntos porcentuales (pp) respecto a los de abril, porque la subida de las tasas de interés para combatir la inflación «sigue lastrando la actividad económica» en el mundo.
La inflación continúa erosionando el poder adquisitivo de muchos hogares, aunque se prevé que a nivel general descienda de 8,7% en 2022 a 6,8% en 2023 y 5,2% en 2024. La subyacente (que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía) disminuirá «de forma más gradual», informa la institución financiera.
– Prudencia –
Los precios de los alimentos y de la energía han bajado considerablemente respecto a los máximos de 2022, pero son muy superiores a los niveles prepandemia (en torno al 3,5%). Hay una excepción: China, donde la inflación es inferior a las metas fijadas.
El descenso de la inflación se debe sobre todo a «la caída de los precios de la energía», que demuestra que «la crisis energética, en cierta medida, ha quedado detrás de nosotros», y también «a la desaceleración de la actividad mundial», explicó Gourinchas en rueda de prensa este martes.
Pero aún así la inflación «podría seguir siendo elevada e incluso aumentar si se producen nuevos shocks, como los derivados de un recrudecimiento de la guerra en Ucrania y eventos meteorológicos extremos», advierte el FMI en el informe.
Para Estados Unidos, el Fondo prevé que la economía crezca 1,8% (+0,2 pp) y que la expansión caiga a 1% en 2024 (-0,1 pp) a medida que se agoten los ahorros acumulados durante la pandemia y la economía pierda impulso.
«Somos precavidamente prudentes acerca de si la economía estadounidense podría evitar una recesión» y «fluir hacia su objetivo de inflación sin tener una recesión en el futuro», declaró Gourinchas a la AFP. «Es una senda muy, muy estrecha», añadió.
La actividad económica en las economías avanzadas va a la zaga: 1,5% en 2023 (+0,2 pp) y 1,4% el año que viene (sin cambios sobre abril).
Gran parte del crecimiento mundial procederá de las economías emergentes y en desarrollo asiáticas, como India (6,1% en 2023) y China (5,2% este año y 4,5% en 2024, sin cambios respecto a abril).
Aún así, en China, la continua debilidad en el sector inmobiliario «está frenando la inversión, la demanda externa sigue siendo floja» y el nivel de desempleo entre los jóvenes crece (20,8% en mayo de 2023).
– Brasil y México –
La suerte también sonríe a América Latina y el Caribe, cuya economía crecerá 1,9% este año (+0,3 pp).
Se debe sobre todo al fuelle de sus dos locomotoras económicas: Brasil (2,1%, +1,2 pp) debido «al aumento de la producción agrícola» y México (2,6%, +0,8 pp) por la recuperación en el sector de los servicios y «los efectos derivados de la resiliente demanda en Estados Unidos», su principal socio comercial.
Para 2024, la economía de la región crecerá 2,2%, sin cambios respecto a los pronósticos anteriores.
La organización financiera espera asimismo un fuerte crecimiento de la economía española, de 2,5% (+1 pp) para este año, y ha mejorado las previsiones para el Reino Unido (0,4%), dejando a Alemania como la única economía del G7 que se prevé que se contraiga este año, un 0,3%.
También mejoran sus pronósticos para Rusia, a la que el informe del FMI de octubre pasado vaticinaba una grave recesión en 2023. En abril ya preveía un crecimiento de 0,7% para este año, que ahora sube hasta el 1,5% debido a «un gran estímulo fiscal».