Además del letargo en el comercio que causa el cierre de la frontera entre República Dominicana y Haití, las escuelas están sintiendo un cambio, sobre todo aquellas con una gran cantidad de estudiantes haitianos.

Tal es el caso del Politécnico Profesor Máximo Pérez Florián, en Jimaní.



Su director, Valentín Saba Sánchez, explica que “la gran mayoría” de alumnos de Prepara que van a clases los fines de semana son haitianos.

Después de que el viernes pasado el Gobierno dominicano cumpliera con el anunciado cierre de la línea divisoria entre los dos países, 20 de 210 alumnos dejaron de asistir por el aumento del patrullaje de militares y agentes de la Dirección General de Migración en el área.



“Ayer me expresó uno cuando lo busqué que no estaba yendo a la escuela porque tiene temor de que lo intercepten los militares y se lo lleven, porque ya lo han hecho”, narra el maestro.

Según cuenta, el hecho de ser deportados no pasa de ser un maltrato para ellos.

“Ellos vuelven, olvídate, ellos vuelven”, dice con una sonrisa el director.

A veces alguien intercede por ellos y evita que los expulsen al otro lado de la puerta de entrada a la República de Haití, en Jimaní.

Detalla el Diario Libre que estos jóvenes son admitidos en los centros educativos dominicanos a pesar de no tener documentos y pueden llegar a terminar el bachiller de seis niveles de forma gratuita.

En la modalidad académica, de primero a sexto grado, también ha bajado la asistencia en esta escuela, aunque Saba Sánchez no precisa la cantidad.

No pueden ir a la escuela
Los estudiantes de cuatro secciones de la modalidad técnico profesional del politécnico no pueden tomar clases presenciales esperando a que el Ministerio de Educación termine cuatro aulas que empezó a construir en marzo, denuncia el profesor.

Deben recibir la docencia del sexto grado de forma virtual para el bachillerato técnico en acondicionamiento físico y entrenamiento deportivo, en comercio y mercadeo, en gestión administrativa y tributaria y en desarrollo y administración en aplicaciones informáticas.

Los salones anteriores hechos de PVC se incendiaron a causa de un cortocircuito.

El ingeniero Freddy Vargas es el encargado de la obra y le ha explicado al director que espera concluir con otras escuelas en Barahona para poder retomar la de Jimaní, de acuerdo a la versión del maestro.

Comercio muerto
Jimaní vivirá mañana, viernes, su segundo día de mercado binacional, que realizan lunes y viernes, con fronteras cerradas.

El movimiento comercial es mínimo en la zona.

Los comerciantes del Mercado Municipal, la mayoría de origen haitiano, se quejan de la baja en las ventas.

También los motoristas sienten que se ha registrado una disminución drástica en la cantidad de pasajeros.

Puerta cerrada
La puerta del paso fronterizo está cerrada y cuidada por militares, mientras grupos de personas cruzan al otro lado voluntariamente. En la carretera que conduce a la frontera se encuentran grupos de guardias alrededor y dentro de vehículos de guerra. La construcción de la verja perimetral avanza, varios cientos de metros adentro desde la línea fronteriza, frente a la parte del lago Étang Saumâtre o Azuei que entra a territorio dominicano.