Hoy en día predomina la creencia de que el origen de la expresión “tirar la toalla” radica en el mundo del boxeo. Cierto es que se utiliza en este deporte para apuntar al gesto en que uno de los entrenadores fuerza el abandono de su púgil. Todo el mundo sabe que la frase significa rendirse o desistir de un propósito o lucha. Pero ¿dónde podemos encontrar su origen?

Lo cierto es que el gesto que dio origen a la locución “tirar la toalla” es mucho más antiguo de lo que la mayoría imagina. Se dice que las famosas termas romanas del otrora imperio no eran un sitio exclusivamente para bañarse, como hemos visto en diferentes filmes era un lugar donde reunirse, e ideal para conspiraciones políticas de esas que abundaban en la antigua Roma. Pero también eran el lugar ideal para encontrarse con los mancebos más atractivos de la ciudad que, buscando fama, riquezas y en ocasiones poder, se plegaban a los deseos de los hombres de mediana edad que requerían su compañía. Todo esto dio lugar a un ritual al que se puede seguir el rastro desde el siglo I d.C.



Cuando uno de estos adolescentes recibía una propuesta ya fuera a través de terceros o directamente de uno de los hombres de más edad, se ubicaba frente a su solicitante y, o bien se hacía un segundo nudo en la toalla que lo envolvía dejando claro que no aceptaba la propuesta, o tiraba la toalla, ante lo que los presentes aplaudían y celebraban el comienzo de una relación.

En la actual Turquía se conservan unas termas en las que se descubrió una placa en la que reza: “Hic Antinous Hadriano linteum suum iactavit”, es decir, “Aquí fue donde Antinoo tiró su toalla a Adriano“, haciendo así alusión a la relación entre el emperador Adriano y el efebo artista musical Antínoo. Tal vez fuese ese el momento en el que el significado de la frase empezó a variar viéndose finalmente como un gesto de sumisión al conquistador, lo que llevó a que el mundo del boxeo la adoptara para referirse a la rendición, lo que ha llevado a que poco a poco se le pierda la pista al verdadero origen del término.



En la antigua Roma

También se dice que en efecto, la expresión “tirar la toalla” tiene su origen en la antigua Roma, en los tiempos en que se celebraban peleas de gladiadores. En aquellos días, los espectadores que asistían a los combates solían llevar toallas y pañuelos para limpiarse el sudor y la suciedad. Si un gladiador estaba herido y no podía continuar la pelea, podía señalar con una toalla o un pañuelo para pedir clemencia al emperador o al juez. Si el juez o el emperador decidían perdonar la vida del gladiador herido, podían arrojar su propia toalla al suelo como señal de que la pelea había terminado.

Con el tiempo, la expresión “tirar la toalla” pasó a utilizarse en el boxeo y otros deportes de combate como una señal de que un entrenador o un equipo se rinden en nombre de su jugador o boxeador. En la actualidad, la expresión “tirar la toalla” se utiliza en un sentido más general para referirse a la idea de abandonar o renunciar a algo, ya sea un proyecto, una tarea o una lucha personal.

Por lo que puede ser que haya sido utilizada en ese ámbito en la época señalada, pero muy diferente a la utilizada en el deporte.

Tomado de El Pregón Yucateco.