El Programa Mundial de Alimentos (PMA) está «profundamente preocupado» por los problemas de acceso a los alimentos básicos en las zonas afectadas por el conflicto entre Israel y Hamás, especialmente en la Franja de Gaza, declaró el domingo la agencia de la ONU.

El PMA, una agencia de la ONU con sede en Roma, dijo en un comunicado estar «profundamente preocupado por el rápido deterioro de la situación en Israel y en el Estado de Palestina, y por el impacto de este conflicto en la población afectada».



«A medida que se intensifica el conflicto, los civiles, incluidos los niños y las familias vulnerables, se enfrentan a dificultades cada vez mayores para acceder a los alimentos básicos. Las redes de distribución están interrumpidas y la producción de alimentos se ve gravemente afectada por las hostilidades», señaló el PMA.

La organización, que afirma tener reservas de alimentos listas para su distribución a las personas desplazadas o en refugios, «pide un acceso humanitario seguro y sin obstáculos a las zonas afectadas, pidiendo a todas las partes que respeten los principios del derecho humanitario».



El PMA también teme el desabastecimiento en tiendas de la Franja de Gaza y el deterioro de los alimentos por los cortes de electricidad.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció la suspensión del suministro de electricidad, comida y otros bienes procedentes de Israel hacia ese paupérrimo enclave de 2,3 millones de habitantes, sometido ya a un estricto bloqueo israelí desde hace más de 15 años.

El grupo islamista Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, lanzó el sábado una gran e inesperada ofensiva contra Israel, disparando miles de cohetes, infiltrando combatientes en su territorio y capturando a israelíes.

Israel replicó bombardeando Gaza.

Según balances provisionales, más de 600 personas murieron desde el sábado del lado israelí y más de 300 del palestino.