Un contingente policial le impidió la entrada a decenas de motoristas que este jueves llegaron al Cementerio Cristo Salvador, de San Isidro, Santo Domingo Este, a darle el último adiós a Yaquil Vázquez, de 29 años, y a su hija Jade Contreras Vázquez, de 13 años, quienes murieron tras la crecida del río Fula, en el municipio Bonao, provincia Monseñor Noel.

El cortejo fúnebre llegó a la puerta del campo santo a las 12:00 del medio día, sin embargo, estuvo detenido por más de media hora debido al incidente.



Señala el Diario Libre que los motoristas se reusaban a dejar sus motocicletas en las afuera del cementerio, debido a que los agentes policiales no les daban garantía de la seguridad de sus motores.

«La orden es no dejar entrar a ningún motorista por los desórdenes, se juntan manzos con cimarrones», decía el agente acargo. Mientras que los motoristas suplicaban que los dejaran entrar garantizando que no eran delincuentes.



«No somos de Guachipita ni de Gualey, es el entierro de una niña y su madre. Esto es una dictadura policial», era la queja general.

Se recuerda que cinco personas fallecieron este martes 7 de noviembre tras ser arrastradas por las aguas del río Fula, mientras se encontraban compartiendo en el lugar.