El abogado Juan Miguel Castillo Roldán explicó varias estrategias que debe tener en cuenta un comprador de una vivienda o cualquier otro inmueble para lograr un buen contrato en el sector inmobiliario y evitar ser estafado.

“La importancia de procurar que cualquier negocio que vaya a hacer siempre haya un buen contrato, … bien elaborado, bien redactado para tratar de prever todas las situaciones que se pueden dar en la práctica”, expresó Castillo Roldán al ser entrevistado por el periodista José Peguero, CEO de Ensegundos.do.



Explicó que un buen contrato de compra-venta de un bien inmueble puede ser muy extenso, pero que, en ese sentido, los clientes tienen que ser muy precavidos con los detalles al momento de la compra.



Recomendó que en la compra-venta de un bien inmueble, el comprador tiene que asegurarse que el vendedor tenga de la calidad de propietario, con la titularidad del derecho de propiedad.

Enfatizó que quien está vendiendo el inmueble, con su cédula, es quien debe de figurar en el certificado de titulo y en la constancia anotada, que son los documentos oficiales avalado por el Estado dominicano para garantizar la titularidad.

Dijo que el comprador debe asegurarse de que el documento legal de la propiedad tengo las informaciones básicas del vendedor relacionadas a la matrícula de inmueble y un serial.

Añadió que puede solicitar una certificación de estado jurídico de inmueble al Registro Inmobiliario para determinar si la persona que está vendiendo es la propietaria y se puede determinar la situación actual, en caso de que tenga un gravamen, una hipoteca o una litis en curso.

También hizo recomendaciones a los vendedores que no entreguen copias de su título de propiedad, ya que se pueden exponer a un fraude y que si el comprador desea verla, se la puede mostrar.

Agregó que si va a firmar una promesa de contrato compraventa u opción a compra, ahí le puede entregar una copia del título.

Con respecto a los plazos de entrega por la compra de viviendas a una empresa inmobiliaria, dijo que ha visto lamentablemente algunos contratos en los que establece obligación de pago a una fecha no subordinada a la conclusión de una fase de la obra.

“Es decir, el plazo de entrega es en marzo del 2025, pero el 100% de la obra hay que hacerlo a más tardar en marzo del 2024. Va a pagar un año antes de la fecha límite de entrega y todavía puede haber un retraso por el plazo de gracia, que está establecido en una cláusula”, puso como ejemplo el abogado.

En ese tipo de casos, Castillo Roldán dijo que le recomienda a los compradores que hablen con los abogado para que revisen los contratos para que se establezcan plazos para efectuar los pagos de acuerdo a las fases del proyecto y que un incumplimiento de parte de la compañía desarrolladora, ésta sea penalizada.

Aumento del precio de las viviendas

Castillo Roldán indicó que ha habido un aumento muy importante en el precio de las viviendas y que se ha acelerado después de la pandemia de la Covid-19.

Resaltó que el mercado inmobiliario dominicano fue insertado en varias listas internacionales, donde establecen que Santo Domingo está entre las ciudades más caras de América Latina y del Caribe para comprar y alquilar viviendas.

“Solamente en alquiler, se estima que supera por 190% el precio promedio en relación al salario promedio. Santo Domingo es un caso extremo de aumento de precios en el sector inmobiliario. Ha habido aumento, desde el año 2018, que se estima en un 88%. Eso significa que las personas ahora tienen que estar más pendientes que nunca de las inversiones que van hacer, ya sea que van a comprar una casa para vivirla o para hacer negocios”, sostuvo el jurista.

Oportunistas inmobiliarios

Alertó a los compradores que ahora hay más oportunistas, con la intención de hacer fraude, porque saben que la gente está desesperada, buscando una oportunidad inmobiliaria.
“Cuando ve algo que es muy atractivo, dice que es demasiado bueno para ser cierto, y resulta que es un engaño”.

Recordó casos ventilados en la prensa de constructoras que no existen, proyectos inmobiliarios de torres que nunca fueron aprobados por las autoridades correspondientes y torres con altura que no es permitida en esa localización.

Dijo que esos casos fraudulentos los compradores pueden terminar con una sorpresa desagradable, perdiendo millones de pesos en un mal negocio.