Según estudios realizados sobre este particular, o sea, de que las palabras, cuando las escribimos en mayúscula no se le marca el acento ortográfico o tilde, refieren que esta falacia data de épocas no muy recientes.
Por consiguiente, sobre el particular, la maestra universitaria (ya fallecida) Sonia Alvino Romero, refiere al respecto, que esta falacia se propagó en épocas en las que los abogados redactaban sus actos en las llamadas máquinas de escribir Olimpia.
Asegura que estos artefactos carecían de esta marca en su teclado, por lo que lo más probable es que quienes hacían uso de ellas, en aras de justificar su ausencia propagaron esta falacia, la cual se hizo común, al grado tal, de que aún permanece en nuestra comunidad hablante, inclusive, dentro del ámbito académico y escolar, lamentablemente.
¿Se deben acentuar o tildar las MAYÚSCULAS?
A tal efecto, el diccionario Panhispánico de Dudas, recomienda que las mayúsculas sí se acentúan. Aseguran, que no hacerlo constituye una incorrección por lo que esto debe evitarse a toda costa.
Refieren que el acento gráfico o tilde es de uso obligado tanto para las mayúsculas iniciales como cuando se escriben en mayúsculas el texto completo. Sin embargo, la excepción a esta regla la constituyen las siglas, que se escriben en mayúscula y nunca llevan tilde, explican. Sin embargo, cuando las siglas se convierten en palabras o nombres comunes, lo recomendable, es que se le marque la tilde, por ejemplo:
INDUBÁN (Industrias Banilejas)
PETRONÁN
CREDIGÁS
PROPAGÁS
Lo propio sucede con los extranjerismos, cuando estos atraviesan el proceso evolutivo conocido en el ámbito lingüístico como «castellanización», esto es, cuando los préstamos se incorporan de manera natural al idioma al que ingresan. De manera que, cuando escribimos las palabras en mayúsculas, siempre debemos marcarle la tilde, porque no hacerlo constituye una burda falta a la ortografía.