Rusia abrió este viernes un nuevo juicio contra el veterano defensor de los derechos humanos Oleg Orlov, un proceso en el que este disidente se enfrenta a una pena de hasta cinco años de cárcel por sus críticas a la ofensiva en Ucrania.

Orlov, de 70 años, es uno de los pocos críticos del Kremlin que no está encarcelado o en el exilio.



Formó parte de la oenegé Memorial, una organización que ganó el premio Nobel de la Paz en 2022 por su labor para preservar la memoria de la represión durante la era Soviética y que fue disuelta por la justicia rusa.

Orlov declaró a la AFP unos minutos antes del inicio de la audiencia que guarda un «espíritu combativo», pero admitió que no espera «nada bueno».



«Me niego a declarar. Simplemente me reservo el derecho a hacer observaciones al final del caso, porque considero que este juicio es injusto», declaró durante la vista ante la juez Elena Astajova.

La juez aplazó el juicio y fijó dos nuevas vistas para los días 21 y 26 de febrero.

Este disidente ya fue declarado culpable en octubre de 2023 por «desacreditar» al ejército y fue condenado a una pequeña multa, una pena ligera comparada con las sentencias habituales contra otros críticos del gobierno.

En el primer proceso, la fiscalía justificó la exigua multa por la edad y el estado de salud del opositor, pero después cambió de opinión y lanzó una apelación afirmando que la pena fue «excesivamente leve» en relación al «peligro público» que representa el acusado.

La justicia rusa decidió entonces abrir un nuevo proceso contra el disidente por los mismos cargos.

En Rusia la mayoría de las personalidades críticas con presidente Vladimir Putin están en la cárcel o en el exilio, en un contexto de intensificación de la represión.

Este viernes, Rusia informó de la muerte del líder opositor ruso Alexéi Navalni, encarcelado en el Ártico. «Es un crimen del régimen, eso es obvio», dijo Orlov tras la primera vista de su juicio.

Orlov declaró esta semana a la AFP que va a permanecer en Rusia para «seguir la lucha», pero que espera ser declarado culpable en un veredicto que, cree, podría llegar antes de las elecciones presidenciales de marzo, en las que Putin se presenta casi sin oposición.

El disidente fue procesado por manifestarse contra la ofensiva rusa en Ucrania, que comenzó en febrero de 2022, y haber escrito un artículo en el que expresó duras críticas contra las autoridades rusas, acusando a las tropas rusas de cometer asesinatos «masivos» de civiles ucranianos.