Con gran preocupación dicen vivir los habitantes de localidades cercanas a la línea fronteriza pertenecientes a las provincias Dajabón y Montecristi, ante la gran cantidad de indocumentados de nacionalidad haitiana, que pasan cada día y noche.

Residentes en el Distrito municipal Cañongo y La Vigía de Dajabón y Copey de Montecristi, aseguran no poder dormir con el ruido de las motocicletas que trafican indocumentados, y el ladrido de los perros a las caravanas de haitianos que cruzan sus calles, patios y parcelas a pie.



Cámaras de vigilancia han podido captar en lo que va de año, a decenas de estos extranjeros, transitando sin que ninguna autoridad los detenga, a pesar de que los altos mandos militares aseguran tener el control de la frontera y que la misma está supuestamente «Blindada».

De acuerdo a El Nuevo Diario, los comunitarios explican sentir temor de que entre estos extranjeros ingresen al país peligrosos criminales de los que se escaparon de la prisión en Haití, por lo que le realizan un llamado al presidente Luis Abinader para que pongan control a esos militares, que al parecer le deben más lealtad a sus bolsillos que a la patria dominicana.