El sistema de atención en salud de Haití corre el riesgo de colapsar, con seis de cada 10 hospitales apenas operativos, advirtió Unicef el miércoles.

La alerta de la agencia de la ONU para la infancia se produjo cuando finalmente parece estar en el horizonte el tan esperado despliegue de una misión internacional dirigida por Kenia para estabilizar al país sumido en la violencia de las pandillas.



«El sistema de salud de Haití está al borde del colapso», dijo en un comunicado el representante de Unicef en la nación caribeña, Bruno Maes, señalando que millones de niños son ahora vulnerables a las enfermedades y la desnutrición.

«La combinación de violencia, desplazamientos masivos, epidemias peligrosas y una creciente desnutrición ha doblegado el sistema de salud de Haití, pero el estrangulamiento de las cadenas de suministro puede ser lo que lo rompa».



Los hospitales de Haití carecen de los suministros médicos necesarios, mientras que los vuelos de carga nacionales e internacionales recién se reanudaron con la reapertura del aeropuerto de la capital, Puerto Príncipe, después de un cierre de dos meses y medio.

«Los contenedores llenos de suministros vitales han sido retenidos o saqueados, al igual que muchos almacenes y farmacias», informó Unicef, añadiendo que cientos de contenedores con ayuda humanitaria están atrapados en la ciudad, sin poder ser descargados.

«No podemos permitir que suministros vitales que podrían salvar la vida de niños permanezcan bloqueados en almacenes y contenedores. Deben entregarse ahora», afirmó Maes.

Decenas de miles de personas han huido de la violencia de las pandillas en Puerto Príncipe, y muchas de ellas se dirigen al sur de Haití, lo que ejerce presión sobre los servicios de salud en esas áreas.

El caos también ha provocado que 40% de todo el personal médico abandone Haití, según la agencia de la ONU.

Unos 4,4 millones de haitianos necesitan ayuda alimentaria y 1,6 millones se enfrentan a «niveles de emergencia de inseguridad alimentaria aguda», afirmó.