Rosa y Gabriel terminaron su relación de varios años hace unos cinco meses. Ella lo dejó porque él se volvió celoso y obsesivo. A cada instante quería saber dónde estaba ella, la llamaba constantemente e incluso cuando salía con sus amigas. Llegó al extremo de buscarla y sorprenderla, “de casualidad”, en el cine, alguna discoteca y hasta en su universidad. Su desconfianza era excesiva. Pensaba que lo engañaba.



Trataron de solucionar el problema por el gran amor que existía entre ambos, pero ningún intento sirvió. Ella, por su tranquilidad, decidió alejarse de él radicalmente. Dejó de frecuentar a los amigos que tenían en común, de asistir a los lugares en los que sabía que podía encontrarlo y, es más, lo eliminó de sus contactos en Facebook y lo bloqueó del messenger. Quería olvidarlo.

Pasaron las semanas, los meses y parecía que ya todo había quedado atrás. Sin embargo, Gabriel la observaba sin que Rosa lo sospechara. Un día comenzó a llamarla con la excusa de pedirle un número telefónico. Ella le dijo que no lo tenía y le pidió que no la vuelva a llamar.



A los pocos días, él le escribió un correo que ella no contestó. Él se desesperaba y la llamaba siempre, cada minuto le mandaba mensajes de texto y de correo eléctronico, a tal punto que Rosa tuvo que cambiar de número de celular e incluso de dirección electrónica.

Ante esta negativa, él llegó al extremo de presentarse en la casa de ella. Por las noches, la esperaba, a veces se conformaba con verla y otras intentaba una breve conversación. Los padres de Rosa estaban asustados, pensaban que Gabriel le podía hacer daño. La historia solo acabó cuando lo denunciaron en la comisaría por acoso.

CONSEJOS
La psicóloga Rosa Mena recomienda que se converse con esa persona para dejar las cosas en claro. Hay que explicarle que la decisión está tomada y que no habrá marcha atrás.

Hay que aclarar los motivos por los que ya no se desea continuar con la relación. De esta manera no se alimentan falsas esperanzas. Si no entiende, es mejor evitar todo tipo de comunicación con esa persona, señaló la especialista.

“Con el tiempo aceptará la situación y las cosas se verán distintas. Él se dará cuenta de que el sentimiento disminuyó totalmente, pero eso implica bastante tiempo”, acotó, articulo publicado en peru21.pe

DATOS

– Si es víctima de acoso por parte de su expareja, es recomendable que comente esto con su familia, pues su integridad podría estar en riesgo.

– Las dificultades que se pueden presentar cuando termina una relación, requieren muchas veces de la ayuda de un especialista, como un psicólogo.