WASHINGTON. El misil lanzado este martes en el Mediterráneo en el marco de ejercicios militares israelo-estadounidenses es una «prueba» que «no tiene nada que ver» con una posible intervención norteamericana en Siria, aseguró el portavoz del Pentágono, George Little.

«Esta prueba no tiene nada que ver con la posibilidad de una acción militar de Estados Unidos para responder al ataque químico de Siria», precisó Little en un comunicado.



Los ejercicios conjuntos, previamente programados para comprobar la defensa de misiles de Israel, según el portavoz de Defensa, coinciden con la campaña lanzada por la Casa Blanca para ganar el apoyo de los congresistas a la acción militar que quiere llevar a cabo el presidente Barack Obama contra el régimen sirio de Bashar al Asad, al que acusa de usar armas químicas en un ataque el 21 de agosto a las afueras de Damasco.

«La prueba fue planeada hace tiempo para ayudar a evaluar la habilidad del sistema de Defensa de Misiles Balísticos Arrow para detectar, rastrear y enviar información sobre una amenaza simulada contra Israel», explicó Little.



Según el portavoz del Pentágono, Estados Unidos e Israel cooperan en el desarrollo de programas sobre defensa de misiles balísticos «para enfrentar desafíos comunes en la región».

El Ministerio de Defensa ruso, que ha desplazado en los últimos días varios buques al Mediterráneo para monitorear los preparativos de una eventual operación militar contra Asad, afirmó haber detectado dos disparos de misiles en ese mar.

Israel admitió posteriormente haber lanzado «con éxito» a las 09H15 (06H15 GMT) un misil radar de tipo Ankor en el Mediterráneo.

«Se trata del primer lanzamiento de prueba de esta versión de misil, que fue llevado a cabo (…) sobre el Mediterráneo», señaló el Ministerio de Defensa israelí.

Este ensayo se produce una semana después de que el gobierno israelí anunciara el despliegue de sistemas de intercepción antimisiles en Tel Aviv para prepararse a cualquier represalia en caso de que se lance una intervención contra Siria.

Obama dio la sorpresa el sábado al anunciar que pediría la autorización del Congreso para lanzar una acción militar contra Asad, rompiendo una costumbre presidencial de décadas, según la cual los presidentes se limitan a informar a los congresistas.

Estados Unidos ya ha desplazado cinco destructores al Mediterráneo equipados con misiles de crucero Tomahawk y con antimisiles.

AFP