Las brechas de seguridad y las filtraciones de datos suponen una gran preocupación hoy en día. Sin embargo, puede que tengan algo bueno. Las filtraciones de contraseñas puede que den pie a que se tomen como objetivo cuentas individuales, pero también son una ventana fascinante al nivel de seguridad que parte del público considera suficiente para usar servicios online.
Todos conocemos a alguien que insiste en usar contraseña o password como su clave de acceso, o algo tan inseguro como 123456. Keeper Security ha publicado una lista de las contraseñas más comunes de 2016, y aunque estos casos old but gold siguen estando en los primeros puestos, hay unas cuantas sorpresas entre todo este miasma de despropósitos de seguridad.
Las contraseñas más usadas el pasado año
El top 10 de las claves más usadas son como sigue en orden inverso: 987654321, 123123, password, 1234567, 1234567890, 111111, 12345678, qwerty, 123456789 y, como no podía ser de otra manera, 123456 plantada firmamente en el número uno. En este sentido no hay sorpresas, y como siempre lo que resulta notable (aparte de que cualquiera podría adivinarlos en un ataque de fuerza bruta), es que son bastante cortas.
Aparte de estas, hay otras que parecen más seguras en puestos más avanzados de la lista, como 1q2w3e4r y zxcvbnm, pero basta con teclearlas uno mismo para ver por qué son tan populares. Por otro lado, en los puestos 15 y 20 de la lista, tenemos 18atcskd2w y 3rjs1la7qe. Parecen contraseñas seguras, pero expertos en seguridad informática como Graham Cluley tienen una teoría con respecto a ellas:
Lo que creo que ha pasado con estas cuentas es que fueron creadas por bots, quizá con la intención de generar spam.
Los escritores de bots han decidido quedarse con unas contraseñas genéricas en lugar de optar por escribir código para que se generen automáticamente. Con respecto a los malos hábitos de los usuarios, vale la pena señalar que aunque la mayoría de estas contraseñas se usan para tener algo fácil de recordar existen reglas mnemotécnicas para memorizar contraseñas complejas que quizá sería hora de ir aplicando.
Fuente: Keeper Security.