¿Cómo caracterizaría usted su fe hoy? ¿Arriba un día, abajo el siguiente? El breve libro de Santiago contiene consejos prácticos para quienes fluctúan en su fe debido a circunstancias difíciles. Cuando empezamos a dudar de Dios y de su Palabra, somos empujados y lanzados como las olas del mar.

Santiago dice que un hombre de doble ánimo es inestable en todos sus caminos, y no debe esperar recibir nada del Señor. Ser de doble ánimo es ir de un pensamiento a otro. Podemos comenzar sintiendo confianza plena en Dios, pero a medida que pasa el tiempo y la difícil situación continúa, podemos comenzar a dudar de que el Señor hará lo que ha prometido.



Dudar y cuestionar no es lo mismo. Cuestionar es tratar de obtener más información para comprender mejor lo que Dios ha dicho. Dudar, por otro lado, implica creer lo que pensamos, vemos o sentimos en vez de lo que sabemos que Dios ha dicho.

Es natural que cuestionemos cuando somos abrumados por un giro de los acontecimientos. Dios entiende nuestra lucha y quiere que vayamos a Él con nuestro dolor y confusión. A veces, tiene que desenredar nuestra mente recordándonos su verdad o su fidelidad para con nosotros en el pasado.



Aunque es posible que no entendamos todo lo que Dios hace por medio de nuestras pruebas, podemos confiar en lo que ha revelado: la prueba de nuestra fe produce perseverancia y madurez espiritual, y provee lo que necesitamos. Al recordar esto, podemos confiar en que el Señor logrará su buena y perfecta voluntad a través de la situación, y regocijarnos en cómo nos transformará.

Fuente Encontacto.org