Cuando vemos las noticias, ya sean nacionales o internacionales, a veces podemos percibir intentos por echar abajo la fe cristiana. La Iglesia está todo el tiempo bajo el ataque del enemigo, quien influye en el mundo para luchar contra nuestras creencias. Por lo tanto, debemos estar dispuestos a defender nuestras convicciones bíblicas.

Las amenazas ideológicas son una parte muy real del arsenal utilizado contra los cristianos. Como creyentes, estamos bajo la guía de Jesucristo, y la forma en que luchamos no es con armas físicas sino con la Palabra de Dios. Somos sus representantes, y no hay lugar para comprometerse con una cultura autocomplaciente. Por el contrario, tenemos la obligación de vivir en obediencia a Dios y a su Palabra. Por lo tanto, debemos tener cuidado de no ser atrapados por los valores tan aceptados de nuestra sociedad y de quienes nos rodean.



Necesitamos mantenernos fuertes con respecto a la verdad de Dios. Entonces sabremos qué es verdad y qué no lo es, y estaremos dispuestos a mantenernos firmes por el Señor, sin importar las consecuencias. Las convicciones genuinas no se ven afectadas por los tiempos, los valores de la sociedad, o la popularidad de las ideas de moda. Las creencias cristianas no siempre son populares, y defenderlas puede ser poco confortable. Pero recuerde que el Señor promete estar con nosotros.

Fuente Holadoctor.com