El diputado del Partido Revolucionario Moderno (PRM) Aníbal Díaz narró este viernes lo vivido al sufrir un infarto que lo obligó a una intervención quirúrgica de manera urgente.
Durante un contacto telefónico con El Gobierno de la Mañana, el legislador por la capital explicó que un día antes de la “maratónica” sesión de unas 13 horas en la Cámara Baja el pasado miércoles, comenzó a sentir una situación anormal en su organismo, aunque simplemente se lo atribuyó a que no se había tomado su medicamento de la presión arterial, por lo que procedió a orar, se acostó y posteriormente se durmió.
Díaz narró que al día siguiente volvió a sentir dolor en la parte alta del tórax, aunque en esa ocasión un poco más intenso, el cual “medio apretaba y luego me soltaba, pero en una apretó y no soltó”.
El representante de la circunscripción número dos del Distrito Nacional en la Cámara de Diputados manifestó que el molestoso dolor se intensificó mientras conducía su vehículo, obligándolo a ceder el volante a su acompañante y pedirle que acudieran a un centro médico.
Argumentó que al llegar a la Clínica Corazones Unidos fue notificado por el propio director médico, el doctor Víctor Cuello, quien le comunicó que debía ser intervenido porque la alteración del tórax indicaba que había algún tipo de lesión.
“Y bueno, pues así fue. La arteria izquierda estaba completamente cerrada”, acotó al describir de doloroso y bastante traumático lo vivido.
El congresista, miembro del staff de comunicadores de El Gobienro de la Mañana, aprovechó la oportunidad para pedir excusas a la gran cantidad de allegados que han indagado sin éxitos saber sobre su situación de salud.
Apuntó que en la actualidad se encuentra en una habitación guardando reposo, tal y como lo recomendó el equipo de profesionales que lo asistió.
La Cámara de Diputados dio a conocer la noticia ayer jueves, de que el legislador había sido intervenido de manera urgente, donde comenzó a propagarse la información.
Las leyes universales del KARMA están haciendo efecto y espero que continúe con todos aquellos que se atrevieron a jugar con la salud de todo este país y para los del resto del mundo también.
Que sigan traicionando a la nación que todos lo pagarán y esto sólo es el comienzo. Este año será la feria mundial de infartos patrocinados por todas las grandes farmacéuticas con el auspico de los gobiernos títeres del mundo…
Mi único pesar es por los inocentes por cuyos ingenuos e ignorantes padres permitieron que experimentarán con ellos.