Estados Unidos anunció la venta de municiones y de repuestos militares a Taiwán por valor de 440 millones de dólares, en el marco de su apoyo a la isla autónoma reivindicada por China.

La venta no aumenta el espectro de armas estadounidenses entregadas a Taiwán, pero ocurre justo cuando Washington y Pekín intentan estabilizar sus tensas relaciones.



En una nota al Congreso este jueves, el Departamento de Estado norteamericano anunció la venta a Taiwán de municiones para cañones de calibre 30 mm por 332,2 millones de dólares, y repuestos para armamento y vehículos militares por 108 millones.

Esta venta ayudará a Taiwán a «mantener una capacidad defensiva creíble», pero «no modifica el equilibrio militar de base en la región», explicó el Departamento de Estado.



El Congreso tiene derecho a rehusar dicha venta, pero es algo muy improbable cuando la mayor parte de parlamentarios presionan para que Estados Unidos aumente su apoyo para Taiwán ante China.

Pekín manifestó su «firme oposición» a esta iniciativa de Washington, según la portavoz de la cancillería china, Mao Ning.

«Estados Unidos debería (…) parar de generar nuevas causas de tensión militar en el estrecho de Taiwán, y dejar de poner en peligro la paz y la estabilidad» en la zona, dijo el viernes a la prensa.

Estados Unidos ha vendido armas durante mucho tiempo a Taiwán pero reconociendo a nivel diplomático a China, que considera a la isla como parte de su territorio y no descarta recuperarla un día, incluso por la fuerza si es necesario.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, hizo recientemente una visita a Pekín en la que ambas partes mantuvieron su posición sobre Taiwán, en espera de seguir la comunicación y evitar nuevas tensiones.