Seis años lleva “desaparecido” de la Justicia y los organismos de seguridad del Estado dominicano, Alejandro Castillo Paniagua (Quirinito o Raffy) condenado 20 a años de prisión por el asesinato en el año 2008 del español Gustavo Adolfo Cervantes (Waikikí), en San Cristóbal.

Fue el 5 de julio de 2017 cuando Quirinito, sobrino del confeso narcotraficante Quirino Ernesto Paulino Castillo, fue declarado muerto por el médico legista Orlando Herrera Robles, exequátur 716-10, luego que fuera llamado desde el residencial Bety Marie, del sector Paseo de Los Ríos, San Francisco de Macorís, provincia Duarte (norte), según los registros de la Procuraduría General de la República (PGR).
El expediente registra que el médico legista emitió un certificado diciendo que Castillo Paniagua (Quirinito) había muerto de un fallo cardíaco o un infarto agudo al miocardio, producto de un cáncer carcinoma epidermoide de base en la lengua, certificado médico expedido el 31 de marzo de este año por el oncólogo César Núñez Roja, exequátur 116-2000, en el cual se plantea la gravedad de la enfermedad y la necesidad de tratamiento de quimioterapia del paciente.



Pero, según los investigadores ese mismo día el imputado se levantó de la cama, desapareció y no ha podido ser reapresado por miembros del Departamento de Asuntos Internos de la Procuraduría General de la República, Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) de la Policía, Dirección de Inteligencia de la Fuerzas Armadas (J-2) y el Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) quienes tienen seis años investigando el paradero del imputado.

Quirinito fue condenado a 30 años en el año 2013 por el asesinato del español Cervantes (Waikikí), crimen que se produjo en el año 2008.



El fallo fue dictado por un Tribunal Colegiado de Baní. La Corte de Apelación de San Cristóbal anuló la condena y ordenó un nuevo juicio, el 10 octubre de 2013 fue condenado a 20 años de prisión por el Tribunal Colegiado de San Cristóbal.

Detalla Tomás Vidal Rodríguez en el periódico El Nacional, que el imputado guardaba prisión en la cárcel de Najayo, en el año 2017 fingió una enfermedad mientras cumplía su condena, pidió su traslado al Centro de Corrección y Rehabilitación Vista del Valle, de San Francisco de Macorís. Petición que fue aceptada por las autoridades de Nuevo Modelo Penitenciario, de la Procuraduría General de la República, ya que el paciente Pedro Castillo padecía.

“Un carcinoma epidermoide bien diferenciado infiltrante y ulcerado de base de lengua, etapa clínica IIIB, de una neoplasia localmente avanzada, grave y terminal, ha sufrido una estrepitosa y alarmante pérdida de peso de más de 50 libras ya que se le imposibilita ingerir alimentos sólidos y desde el 21 de abril de 2017 está en una dieta líquida”.

Ante una solicitud a la jueza de Ejecución de la Pena de San Francisco de Macorís, Aleyda Jiménez Acosta, ordenó la libertad del imputado sustentado en una certificación también del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), de la Procuraduría General de la República.

El 29 de agosto del año 2018 la oficial del Estado Civil de la Primera Circunscripción de San Francisco de Macorís, Miriam Teresa Suárez, emitió un certificado de autopsia diciendo que Pedro Alejandro Castillo Paniagua, de 35 años de edad, falleció el 5 de julio de 2017, a causa de un “infarto al miocardio, carcinoma epidermoide de base de la lengua”.

Al final de 2018 cuando las autoridades del Ministerio Público comprueban que Quirinito desapareció, el procurador adjunto Bolívar Sánchez, inició una investigación y se presentó a la vivienda que el imputado había declarado como su residencia que compartía con su esposa en el residencial Bety Marie, del sector Paseo de Los Ríos, San Francisco de Macorís y le comunicaron que Pedro Castillo falleció, pero no pudieron presentar la tumba donde fue sepultado ni ninguna funeraria que haya cremado sus restos.

En esa época el director del DNI, Sigfrido Pared Pérez, dijo que tenía informes de que Quirinito pudo haber salido del país hacia Haití.