Investigadores de la Universidad de Queensland y la Universidad A&M de Texas han observado un metal autorreparable por primera vez, lo que podría conducir a máquinas que se arreglen solas, como motores, puentes y aviones, haciéndolos más seguros y duraderos.

El metal mostró su capacidad intrínseca de curarse a sí mismo después de agrietarse sin intervención humana, lo que desafía teorías científicas fundamentales. El daño por fatiga en máquinas puede causar grietas microscópicas que crecen y rompen el dispositivo.



Los investigadores creen que este fenómeno podría ser utilizado para mejorar dispositivos y estructuras en un futuro, reduciendo costos de sustitución y pérdida de tiempo.

Aunque se han creado materiales autorreparables en plásticos, la idea de un metal autorreparable era considerada ciencia ficción, recoge Europa Press.



Sin embargo, investigaciones anteriores ya habían planteado la posibilidad de que ciertas condiciones permitieran a los metales soldar sus propias grietas.

Los investigadores creen que este fenómeno podría ser utilizado para mejorar dispositivos y estructuras en un futuro, reduciendo costos de sustitución y pérdida de tiempo.

El experimento que condujo al descubrimiento fue inesperado y ha llevado a los científicos a considerar nuevas posibilidades para los materiales.

Aún queda por saber si este proceso de autocuración será aplicable en entornos de fabricación y si funcionaría en metales convencionales en lugar de nanocristalinos en el vacío.

Sin embargo, el hallazgo representa un avance significativo en la ciencia de los materiales y abre nuevas perspectivas para futuras investigaciones.