Podemos ponernos técnicos o explicarlo de manera sencilla, casi para niños: un convertidor catalítico es un tubo de metal que toma las cosas desagradables de su motor y las convierte en algo menos desagradable cuando sale del tubo de escape.

Un convertidor catalítico, también conocido como catalizador o catalizador de escape, es un componente esencial en el sistema de escape de muchos vehículos automotores. Su función principal es reducir las emisiones de gases contaminantes producidos durante la combustión del motor, convirtiendo los gases nocivos en compuestos menos dañinos antes de que sean liberados a la atmósfera.



El convertidor catalítico contiene materiales catalíticos, como platino, paladio y rodio, que aceleran las reacciones químicas en los gases de escape.



Detalla el portal siempreauto.com que estos metales reaccionan con los gases de escape y los convierten químicamente en nitrógeno, CO2, agua y oxígeno. Después de la conversión, el trabajo de su convertidor catalítico ya está prácticamente hecho. Estos nuevos gases convertidos químicamente salen del tubo de escape del carro.

¿Por qué alguien querría levantar tu auto en el aire (a veces a plena luz del día) para robar un tubo lleno de metal?

Básicamente, es porque llevarse a tu convertidor catalítico es fácil y porque la venta de estos elementos también se volvió relativamente sencilla, sobre todo después de la pandemia.

Cómo roban los convertidores catalíticos

Debido a su ubicación en los automóviles, un convertidor catalítico es muy fácil de detectar, además de ser de fácil acceso. La mayoría se puede quitar con herramientas eléctricas baratas en cuestión de segundos, especialmente si tienes un vehículo más alto y los ladrones no necesitan usar un gato para arrastrarse debajo de tu auto.

Es costoso reemplazar los convertidores, sobre todo porque no existe un convertidor catalítico usado que funcione y, a menudo, son específicos del vehículo.

Qué acciones podemos tomar para evitar que esto suceda

Entonces, ¿cómo se puede detener el robo de su convertidor catalítico?

La mayoría de las soluciones son disuasorias, como Catstrap. Compuesto por tiras de acero endurecido colocadas debajo de un exterior de color naranja brillante, Catstrap repelerá la mayoría de las herramientas eléctricas.

Además, tiene un adhesivo activado por calor, que es perfecto para hacer que el material se adhiera al convertidor catalítico caliente. También tiene un precio razonable.

Otra solución popular es una jaula simple soldada o sujeta con correas a su sistema de escape. Por lo general, constan de un conjunto de cables de acero conectados a puntos de montaje en cada extremo del convertidor catalítico.

El CatClamp se ajusta entre diámetros de 1,75 y 3 pulgadas, por lo que se adapta a todos los escapes, excepto a los más robustos. Están disponibles dos versiones: una de acero y otra de acero inoxidable. CatClamp afirma que los cables son “incortables” y que tanto el modelo estándar como el Maxx cuentan con una garantía, de un año o de por vida, respectivamente.