Decenas de curvas aparentemente innecesarias que tienes que recorrer para llegar. Piensas: “¿por qué no simplemente construyeron una carretera recta que te pueda llevar en cuestión de minutos?”

Para comprender la razón detrás de estas sinuosas formas, debemos adentrarnos en el complejo mundo de la planificación vial.



Las carreteras, en su esencia, son mucho más que una superficie lisa de asfalto; están intrínsecamente vinculadas al terreno sobre el cual se construyen. El suelo, esa capa aparentemente sencilla bajo nuestros pies, es la base sobre la cual se erigen las infraestructuras viales.

Estudiando el suelo
El suelo es una amalgama de partículas minerales, agua, aire y materia orgánica que varía en composición y características. Su capacidad para soportar cargas, drenar el agua y resistir cambios es esencial para la estabilidad de cualquier construcción, incluidas las carreteras. Los ingenieros civiles, con su sabiduría en geotecnia, estudian minuciosamente el suelo antes de trazar el diseño de una carretera.



Cimientos firmes
Cuando se planifica una carretera, es esencial comprender las propiedades del suelo en la zona. Un suelo robusto y bien compactado proporciona una base sólida para la carretera, asegurando durabilidad y resistencia a los cambios climáticos. Este proceso, conocido como geotecnia, implica analizar la capacidad del suelo para soportar cargas y determinar su respuesta a las fuerzas aplicadas.

Seguridad vial
Ahora, volvamos a las curvas en las carreteras. Más allá de su aparente capricho, estas curvas desempeñan un papel crucial en la seguridad vial. La razón principal detrás de su inclusión radica en la necesidad de mantener a los conductores alerta y prevenir accidentes. Investigaciones señalan que la monotonía de las carreteras rectas puede llevar a la pérdida de concentración e incluso al peligroso fenómeno de quedarse dormido al volante.

Imaginen una carretera recta que se extiende sin fin, donde el paisaje apenas cambia y la tentación de dormirse se vuelve palpable. Es en este escenario donde las curvas adquieren su importancia. Estas no solo añaden un elemento visual atractivo, sino que también requieren la atención del conductor, evitando que caigan en la monotonía y manteniendo su mente activa.

Contrario a la intuición, las investigaciones sugieren que un tramo zigzagueante, aunque parezca peligroso, es menos propenso a accidentes que una curva inesperada después de un largo tramo recto. Esta contradicción se debe a la capacidad de las curvas para mantener a los conductores alerta, una herramienta invaluable en la prevención de accidentes.| ensedeciencia