Asegurarnos de que estamos protegiendo nuestros seres queridos en temas patrimoniales es una sabia decisión, y representa ciertas ventajas al momento de una repentina partida terrenal, pero no es tan usual, pues las personas se acomodan reconociendo, que, esos son mis herederos o heredero/a y el vínculo biológico está ahí. Dejando de lado que es mandatorio someter dicho patrimonio a un proceso sucesoral bastante complejo.
El testamento es un documento o acto jurídico en el que una persona expresa su voluntad sobre cómo desea que sean distribuidos sus bienes después de su muerte. El testamento puede contener disposiciones relativas a la distribución de bienes inmuebles, bienes muebles, dinero, inversiones, y otros activos. De acuerdo con la legislación dominicana, el testamento puede ser otorgado de dos maneras. Testamento cerrado. En este testamento el testador prepara por sí mismo su acto, o con la ayuda de un notario público, y luego lo deposita ante un notario público, y solo puede ser abierto después de la muerte del testador; en el testamento abierto, este es un testamento, que el testador declara públicamente ante un notario público, quien redacta el documento de acuerdo con lo expresado por el testador; es firmado por el testador y legalizado por el notario público, y luego es registrado ante el Registro Civil de Conservaduría e Hipotecas.
Protagonistas en el testamento
El testador es la persona que realiza el testamento y expresa sus voluntades sobre la distribución de sus bienes después de su fallecimiento. Es quien decide cómo serán repartidos sus bienes y puede designar a sus herederos o legatarios. Las características del testador pueden variar según la legislación de cada país, pero generalmente incluyen:
Capacidad legal: el testador debe tener capacidad legal para testar, es decir, debe ser mayor de edad y estar en pleno uso de sus facultades mentales al momento de la realización del testimonio. En algunos países, se pueden establecer requisitos adicionales, como la ausencia de enfermedades o condiciones que afecten la capacidad de discernimiento.
Libertad de testar: el testador debe tener la plena libertad de decidir cómo distribuir sus bienes, siempre dentro de los límites establecidos por la ley. Esto implica que el testador puede designar a los herederos o legatarios que desee, así como establecer las condiciones y términos de la herencia, sin afectar el patrimonio correspondiente a cada uno de sus herederos y causahabientes, pues al momento de testar debe primar la justica y el derecho al patrimonio que tienen sus herederos. Cualquier dolo en el testamento se constituirá en probatorio para demandar la nulidad del testamente.
Voluntad expresa
El testador debe manifestar claramente sus voluntades en el testamento, ya sea de forma escrita, verbal o por medios electrónicos, según las leyes de casa país. La voluntad expresada debe ser precisa, sin ambigüedades, y debe estar libre de influencias indebidas o coacciones externas.
Testamento válido: el testador debe cumplir con los requisitos legales establecidos para la validez del testamento en su jurisdicción. Esto puede incluir la forma de redacción del testamento, la presencia de testigos o la intervención de un notario público.
El beneficiario o heredero es la persona que recibirá la herencia según las disposiciones del testamento. Puede ser familiares directos, como hijos, cónyuges o padres, o incluso otras personas cercanas al testador, como amigos o instituciones benéficas. Es importante destacar que el testador puede nombrar a varios herederos, especificando el porcentaje o la parte de la herencia que cada uno recibirá.
Los legatarios son aquellas personas a quienes se les deja un legado específico dentro del testamento, como una propiedad, una suma de dinero o un objeto concreto. A diferencia de los herederos, los legatarios no recibirán la totalidad de la herencia, sino únicamente el legado que les haya sido asignado. Un legado puede consistir en bienes materiales, como propiedades, joyas, obras de arte, vehículos, entre otros, o en derechos económicos, como sumas de dinero o acciones. Es importante destacar que los legatarios no son necesariamente familiares directos del testador, sino que pueden ser cualquier persona o entidad designada por el mismo. También, es posible que un heredero designado en el testamento pueda recibir además un legado particular.
El albacea es la persona designada por el testador para supervisar y administrar la distribución de los bienes y propiedades según lo establecido en el testamento, asegurando el cumplimiento de los deseos del testador. Este puede ser una persona física, un profesional del derecho, como un abogado, o incluso una entidad como un banco o una fundación. El albacea actúa como representante legal del fallecido y tiene la responsabilidad de llevar a cabo las instrucciones y deseos del testador en relación con su patrimonio. Algunas de las funciones y responsabilidades que puede desempeñar un albacea son las siguientes:
Funciones del Albacea
Recopilación de información. El albacea debe recopilar toda la información relevante sobre los bienes, deudas y obligaciones del fallecido. Esto implica revisar la documentación, como escrituras, cuentas bancarias, contratos, entre otros, de igual forma deberá hacerlo mediante inventario.
Inventario de la herencia
El albacea tiene la tarea de realizar un inventario detallado de los bienes y derechos que conforman la herencia. Esto implica evaluar el valor de los activos, registrar las deudas y obligaciones pendientes, así como cualquier legado o disposición especial establecida en el testamento.
Administración de la herencia
También es responsabilidad del albacea la administración de los bienes y derechos de la herencia de manera prudente y eficiente. Esto puede incluir la venta o gestión de activos, el pago de deudas y gastos relacionados con la herencia, siempre en dirección de la protección de los intereses de los herederos y legatarios.
Distribución de la herencia
El albacea tiene la responsabilidad de distribuir los bienes y derechos de acuerdo con las disposiciones establecidas en el testamento. Esto implica asegurarse de que los herederos y legatarios reciban lo que les corresponde, garantizando que se cumplan las condiciones y términos establecidos.
El abogado actuante es un profesional del derecho que brinda asesoramiento legal al testador en la redacción del testamento, asegurando que se cumplan las formalidades y requisitos legales necesarios. El abogado actuante también puede ayudar al testador a entender las implicaciones legales de las disposiciones del testamento y puede sugerir cláusulas o medidas adicionales para proteger los intereses del testador y los beneficiarios. El abogado puede desempeñar diversas funciones una de ellas se corresponde a la asesoría legal.
Asesoramiento legal. El abogado apoderado está facultado para asesorar al testador sobre las opciones legales disponibles, las leyes aplicables y las disposiciones que mejor se ajusten a sus intenciones y circunstancias específicas.
Redacción y revisión del testamento. El abogado actuante puede redactar el testamento de acuerdo con las instrucciones y deseos del testador, asegurándose de que cumpla con las formalidades y requisitos establecidos por la ley, de igual manera puede revisar un testamento existente para asegurarse de que cumpla con las disposiciones legales y refleje adecuadamente las intenciones del testador.
Garantizar la validez legal. El abogado actuante se asegurará de que el testamento cumpla con todos los requisitos legales y formales, como la presencia del testador, dependiendo de las leyes aplicables en cada jurisdicción.
Asistencia en la ejecución del testamento
Una vez fallecido el testador, el abogado actuante puede asesorar y guiar a los herederos, albaceas y legatarios en la interpretación y cumplimiento del testamento. Esto puede incluir la representación legal en procedimientos judiciales relacionados con la distribución de la herencia, en caso que fuere necesario.
El Notario Público es un funcionario público autorizado para certificar y legalizar documentos legales, como testamentos; es el que actúa como un testigo imparcial y autorizado para garantizar que el testamento cumpla con los requisitos legales establecidos por la ley y que refleje las verdaderas intenciones del testador. Vamos a conocer algunas de las funciones específicas que realiza el notario público en relación con el testamento:
Verificar la capacidad mental del testador
El notario público se asegura de que el testador tenga la capacidad legal e intelectual para hacer valer su voluntad de testar. Esto implica evaluar si el testador comprende plenamente el significado y las consecuencias legales de sus decisiones. De igual manera se procede a verificar la voluntad y las instrucciones del testador. El Notario Público revisa la voluntad y las instrucciones específicas del testador para asegurarse de que sean claras y coherentes. Del mismo modo puede hacer preguntas al testador para asegurarse de que entiende plenamente las disposiciones del testamento y las posibles implicaciones. En esta parte entra de manera directa la aplicación de la ética del profesional actuante, pues no necesitamos ser psicólogo ni psiquiatra para apreciar un manejo incoherente en una persona, en ese caso estamos comprometidos éticamente a rechazar la asistencia.
De: Dra. Carmen Herrera Medrano Experta en derecho de familia y migratorio