En la australiana Palm Cove uno puede encontrar cocodrilos o enfrentar potentes ciclones, pero la revista de viajes Condé Nast Traveller la designó como la mejor playa del mundo por delante de otras en Hawái, Grecia o Fiji.



Situada en el noreste de Australia, es una playa de dos kilómetros de longitud, con arena blanca y aguas cristalinas y escoltada por decenas de palmeras.



Pero también se ubica dentro del llamado «país de los cocodrilos» de Australia y el año pasado sus lujosos hoteles y bulliciosos restaurantes fueron azotados por un ciclón tropical.

Para el alcalde Terry James, la riqueza natural del lugar lo hace merecedor del título de «mejor playa del mundo».

«El reconocimiento de Palm Cove como la playa número uno del mundo por una premiada revista de viajes solo ratifica lo que la gente local ya sabe de Palm Cove», afirmó.

Otras playas australianas se colaron en la lista, junto a otras contendientes como Honopu Beach en la isla hawaiana de Kauai, Pantai Ora en Indonesia o Dune du Pilat en Francia.