El humorista y actor estadounidense Jerry Lewis, que se desenvolvió tanto en el escenario como detrás de cámaras a lo largo de una carrera de seis décadas, murió ayer a los 91 años, dijo su agente a la AFP.

Uno de los cómicos más populares de los años 50 y 60 en Estados Unidos, Lewis perfeccionó el rol de tonto payaso en comedias visuales como «The Nutty Professor» («El profesor chiflado»), pero ganó reconocimiento también como escritor, actor y filántropo.



«Jerry murió apaciblemente en su casa de muerte natural, rodeado de su familia y de los suyos», dijo Nancy Kane, su representante.



Por la noche, los fanáticos dejaban ofrendas de flores ante las estrellas del comediante en el paseo de la fama de Hollywood.

El icónico Teatro Chino TCL de Hollywood apagó sus luces el domingo en honor de Lewis, quien en 2014 hundió sus manos y pies en el cemento del patio del establecimiento.

Artista completo, creador incansable de piezas de humor esencialmente visual, Lewis fue conocido tanto por sus esfuerzos para crear conciencia sobre la distrofia muscular como por su icónica marca de comedia física.

– Un gran artista –

«Jerry Lewis era un maestro. Era un gran artista. Y era un hombre extraordinario», dijo Martin Scorsese.

«Ese tonto no era ningún tonto», tuiteó en tanto el comediante Jim Carey, quien dijo que Lewis había sido una inspiración.

«Jerry Lewis era innegablemente un genio y una bendición inconmensurable, un comediante absoluto! Yo lo soy porque él lo fue!», agregó.

La Casa Blanca calificó por su lado a Lewis como «uno de nuestros mayores artistas y filántropos» que «nos hizo reír a todos durante medio siglo».

«Su increíble trabajo como filántropo alcanzó la vida de millones. Jerry vivió el sueño americano, realmente amaba a su país, y su país lo amaba a él», dijo en un comunicado la secretaria de prensa de la residencia, Sarah Huckabee Sanders.

Nacido Joseph Levitch en Newark (Nueva Jersey, este), el 16 de marzo de 1926, en una familia de artistas judíos de origen ruso, salió al escenario a la corta edad de 5 años.

«Uno no es serio cuando tiene perpetuamente nueve años», decía de sí mismo este comediante hijo de padre y madre artistas de music hall, que lo llamaban «Señor Neón».

Lewis, que actuó en más de 60 películas, fue igualmente productor y director.

Luego de probar suerte en la escena en Nueva York, todo cambió a los 20 años, en 1946, cuando se embarcó en una de las sociedades quizás más exitosas del entretenimiento con el cantante Dean Martin.

– Tándem con Dean Martin –

Lewis y Martin se retroalimentaban mutuamente en sketchs cómicos, hoy considerados clásicos, poblados de caídas, golpes y mucha agua.

Firmaron un contrato a largo plazo con los estudios de cine Paramount Pictures y comenzaron su carrera a dúo con «My friend Irma».

En más de 50 años, sus películas recaudaron 800 millones de dólares, una cifra impresionante, dado que los billetes de cine no costaban más de 50 centavos en el apogeo de su popularidad.

Diez años después decidieron seguir su carrera en solitario.

Lewis se convirtió en intérprete principal de filmes dirigidos a menudo por Frank Tashlin, como «The Geisha Boy» («Tú, Kimi y yo») y «Cinderfella» («El Ceniciento»).

Convertido en profesor de cine en la universidad de California del Sur, dirigió «Which Way To The Front («¿Dónde está el frente?»), en 1970, un homenaje a Chaplin y nueva variación sobre su tema favorito del doble.

Tras una década de ausencia del cine, se reencontró con su público en «Hardly working», antes que Martin Scorsese, en 1983, y Emir Kusturica, en 1991, le ofrecieran un papel dramático en «The King of Comedy» («El rey de la comedia») y «Arizona Dream» («El sueño de Arizona»), respectivamente.

Paralelamente a sus actividades artísticas, Jerry Lewis, padre de siete hijos, se ocupaba activamente de los minusválidos físicos y mentales.

Su constante compromiso con la lucha contra la distrofia muscular, con la animación, desde 1966, de un programa televisivo por los pacientes de miopatías, le valieron ser nominado al premio Nobel de la Paz.

En años recientes, estuvo plagado de problemas de salud, y fue declarado clínicamente muerto en 1982 tras un infarto. Diez años después fue diagnosticado con cáncer de próstata y en 1997 con diabetes, un cuadro complicado en 2000  con una meningitis de médula espinal.

Pero siguió trabajando, incluyendo una adaptación musical de «El profesor chiflado», tan recientemente como en 2011.

El periodista Larry King, que realizó innumerables entrevistas de celebridades, saludó el domingo la memoria de un «maestro de la comedia», «un fabuloso actor».