Cuando parecía que la distancia había calmado las aguas entre Shakira (46 años) y Gerard Piqué (36 años), nada más lejos de la realidad. Este martes, el exfutbolista aterrizaba en Miami junto a sus dos hijos envuelto en una enorme expectación. El motivo de su viaje no era otro que acompañar a los pequeños de vuelta a casa con mamá, tal y como marca el convenio regulador.

La vuelta de los niños a Miami no habría sido noticia si este fin de semana no se celebrara la boda de Marc Piqué, hermano de Gerard, en Barcelona, un encuentro familiar en el que los hijos del catalán serán los grandes ausentes por una única razón.



Tal y como se ha publicado, Piqué pidió a la madre de sus hijos la posibilidad de aumentar los días en los que los niños iban a estar con él, tiempo que coincidiría con la boda de su tío, pero a la vista está que la respuesta de la cantante ha sido NO. Según ha comentado Pepe del Real en ‘El Programa de AR’ todo se debe a una de las cláusulas que la expareja firmó en el acuerdo de separación y que haría referencia directamente a la nueva pareja del deportista.

Dicha condición «marca o regula quién puede estar en la casa y convivir con los niños», cuenta el colaborador de televisión haciendo referencia en este caso particular a Clara Chía. Según el entorno de la colombiana, su único objetivo es proteger a sus hijos y hará todo lo que esté en su mano para que los niños no coincidan con la nueva novia de su padre.



De vuelta en Barcelona, aunque no podrá estar con sus hijos en un día tan especial para su hermano, Gerard acudirá muy bien acompañado por su novia, Clara Chía, quien ha sido acogida con los brazos abiertos por toda la familia del catalán.