La lucha contra el cambio climático exige un cambio urgente, clamaron este viernes el rey Carlos III y el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva al abrir con sus discursos la cumbre de la COP28, ante unos 140 líderes.

«El planeta está harto de acuerdos climáticos incumplidos», declaró Lula, que desembarcó en Dubái con una iniciativa internacional para proteger los bosques tropicales.



Los países pobres están hartos «de la ayuda financiera que no llega», añadió.

Y ante «los discursos elocuentes y vacíos», advirtió, «necesitamos actitudes concretas».



«La cuenta del cambio climático no es la misma para todos», dijo.

«Ruego de todo corazón que la COP28 sea otro giro decisivo hacia una acción transformadora decisiva», dijo por su parte Carlos III.

«La Tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la Tierra», dijo el rey, un ecologista reconocido.

Ensombrecida por la guerra en Gaza, la cumbre climática de Dubái se prolongará el sábado, con intervenciones entre otros del presidente colombiano, Gustavo Petro, y del presidente israelí, Isaac Herzog.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, anuló a última hora su participación.

– La conferencia de todos los récords –

La COP28 es la conferencia del clima de todos los récords: más de 80.000 delegados oficiales (104.000 personas si se incluye al personal técnico y de seguridad), lo que significa el doble respecto a la cita anterior.

Es también una conferencia que debe hacer balance de los récords climáticos: 2023 es el año más cálido registrado hasta la fecha, y el planeta emitió más gases de efecto invernadero que nunca.

La presidencia del evento está en manos de la séptima potencia petrolera mundial, lo que añade desconfianza a las negociaciones.

Pero el presidente de la COP28, Sultan Al Jaber, obtuvo un triunfo diplomático en la apertura de la conferencia al lograr la aprobación por unanimidad del lanzamiento de un fondo de pérdidas y daños en favor de los países más afectados.

Ese fondo, reclamado durante más de tres décadas por los países en desarrollo, fue negociado en un tiempo récord y empezará a funcionar en 2024 bajo el control del Banco Mundial, con una dotación inicial de unos 400 millones de dólares.

– ¿Cómo abandonar los combustibles fósiles? –

Tradicionalmente, los líderes del planeta acuden a las COP con anuncios de planes e inversiones ecológicas bajo el brazo, para enfrentar las grandes expectativas de los activistas y de los climatólogos.

Además de la iniciativa brasileña para las selvas tropicales, los Emiratos Árabes Unidos anunciaron un nuevo fondo de 30.000 millones de dólares de lucha contra el cambio climático, bajo el nombre Alterra.

De aquí a 2030 es necesario, tan solo para los países en vías de desarrollo, una inversión total de hasta 5,9 billones de dólares para todos los aspectos de la lucha climática: mitigación de las emisiones, adaptación a la nueva realidad meteorológica, cambio de la matriz energética…

Al ritmo actual, según los climatólogos, el planeta se encamina a un aumento de su temperatura media de entre 2,5 ºC y 2,9 ºC este siglo, cerca del doble del objetivo ideal (+1,5 ºC).

Para frenar ese calentamiento es esencial acelerar la salida de los combustibles fósiles, advierten los expertos.

Salir cuanto antes, sin condiciones, o de manera gradual, dejando margen a la situación individual de cada país, es un debate aún sin resolver, y que vuelve a estar presente en el borrador de la declaración de la COP28.

La declaración final debería estar lista oficialmente el 12 de diciembre.

Los países que firmaron el histórico Acuerdo de París de 2015 (COP21) se comprometieron con una serie de planes nacionales de mitigación, adaptación y cambio energético (NDC por sus siglas en inglés).

En septiembre hicieron su primer balance,bastante sombrío.

Por el momento apenas 38 países han actualizado sus NDC. En Dubái hay que fijar un nuevo marco general, nuevos objetivos, mucho más ambiciosos, y un refuerzo de la contabilidad, de la vigilancia mutua.

Ese debate técnico promete jornadas de negociación arduas.