En lo que va de este mes de julio, el Ministerio Público ha sometido a 11 extranjeros, de los cuales seis son haitianos, mientras que de los 29 internos extranjeros que están recluidos en el Centro de Corrección y Rehabilitación Rafey Hombres, de Santiago, 24 son también nacionales del vecino país con el que se comparte la isla, cuatro estadounidenses y los dos restantes colombianos.

El procurador general interino de la Corte de Apelación Regional, Juan Carlos Bircann Sánchez, sostiene que la incidencia de haitianos en hechos delictivos en los últimos años se ha masificado.



Dice que hasta hace poco los haitianos que eran sometidos a la justicia se trataba por casos de riñas entre ellos. Sin embargo, “ese panorama cambió de tal manera que hoy día usted ve una gran influencia en robo y otros delitos de ciudadanos haitianos”, refirió el funcionario.

Destaca en declaraciones al periódico Diario Libre que se ven involucrados en homicidios, robos agravados, violación sexual, violencia de género, abuso infantil y desorden en la vía pública. Entiende que eso se puede deber a que en el pasado los haitianos no realizaban vida en los espacios públicos: “De los pocos lugares donde ellos se encontraban era en las canchas de fútbol”, señala Bircann Sánchez.



La preocupación del procurador general interino de la Corte de Apelación Regional aumenta al ver como los ciudadanos del país vecino que están radicados en territorio nacional están liderando bandas delictivas.

Precedente

Recientemente la Policía Nacional informó sobre el apresamiento de un ciudadano haitiano, a quien acusan de encabezar una supuesta banda criminal que opera en pueblos de la región norte del país.

Se trata de Michel Stmith (Timoche y/o El Compa), a quien le atribuyen la muerte, por heridas de arma de fuego de un vigilante privado, ocurrida el pasado 14 de junio mientras prestaba servicio en una estación gasolinera, ubicada en la comunidad Estancia del Yaque, del municipio de Villa Bisonó.

La víctima es Edwin Aquino Fabián, de 45 años, vigilante privado, a quien despojaron de una escopeta. Del establecimiento cargaron con una suma de dinero aún sin determinar.

Además, las autoridades acusan al extranjero de penetrar a una sucursal de la cooperativa CoopBueno en el municipio El Pino, provincia Dajabón, de donde cargaron con la bóveda de la entidad con una suma millonaria de dinero.

Otra de las víctimas atribuidas a esas bandas de haitianos que operan en territorio nacional es el pastor evangélico Pablo Ureña, director del programa educativo Niños con una Esperanza. El religioso narra que en varias ocasiones las cámaras de seguridad han registrado el momento en que haitianos han penetrado al centro, de donde han cargado con objetos de valor y de suma importancia para la enseñanza de la educación en el plantel.

Resalta  el periodista Edward Fernández que uno de los grandes problemas que tiene el sistema de justicia dominicano con los haitianos es que la mayoría no tienen documentos legales, por lo que se les dificulta su identificación y determinar sobre la reincidencia en hechos delictivos.

“Usualmente los identificamos por huellas cuando son procesados”, informó Juan Carlos Bircann Sánchez.

Desde el Ministerio Público informaron que están trabajando en la organización de los expedientes para regular las estadísticas.