El Dr. Anis Rehman, especialista en medicina interna y consultor de la Fundación del Sueño, dice que alrededor de la mitad de los niños de 3 a 6 años experimentan pesadillas frecuentes, y alrededor del 20% de los niños de 6 a 12 años lo hacen.

Ambos sexos parecen igualmente propensos a tener pesadillas, aunque pueden ser más comunes en las niñas a partir de los 13 años.



Según la Fundación del Sueño, una pesadilla suele ocurrir durante el sueño de movimientos oculares rápidos (REM), que suele ser una fase final del sueño. Eso explica por qué un niño a menudo se despierta con una pesadilla en medio de la noche o temprano en la mañana.

Por lo que aseguran que lo recomendable seria que los niños tengan una rutina calmada antes de acostarse puede ayudar a reducir la ansiedad. Esto puede incluir actividades relajantes como leer un libro o escuchar música suave.



Además de asegúrate de que el espacio donde duermen los niños sea acogedor y seguro. Una luz tenue o un objeto reconfortante puede ayudarles a sentirse más seguros durante la noche.

Es importante resaltar que los niños deben ser animados para que puedan expresar sus sentimientos y hablar sobre sus pesadillas. Esto les ayuda a procesar sus emociones y afrontar sus miedos.

Se debe limitar el acceso a programas de televisión o juegos que puedan ser demasiado intensos o asustadizos antes de dormir puede contribuir a disminuir las pesadillas.

Los expertos también exhortan introducir rituales positivos, como contar una historia feliz o pensar en algo agradable antes de dormir, puede cambiar la asociación mental del sueño y reducir las pesadillas.

Es crucial validar los sentimientos de los niños y tranquilizarlos. Hacerles saber que es normal tener pesadillas y que están seguros puede brindarles tranquilidad.